12 de octubre de 2010

MOMENTOS

Hace poco os hablé de las balanzas, de los equilibrios que todos hacemos a diario (creo que es algo común en los mortales) para intentar pensar que nuestra vida tiene sentido. Otros dirán que lo que hacemos es perseguir la felicidad. Pero.... ¿qué es la felicidad? ¿existe?

No lo sé.

Creo que tenemos momentos felices o relajados. Momentos en los que nos sentimos en paz y como en casa y eso ya vale muchísimo de por sí. Eso ya es un regalo. Es el recuerdo de esos instantes los que nos compensan cuando estamos mal, los que nos abrigan cuando nuestra alma tirita de frío.

Tengo muchos recuerdos valiosos. Instantes guardados en mi corazón, en mi memoria y que me traen una sonrisa de felicidad o de placidez cuando me recreo en ellos. Algunos son de mi infancia, con la familia, con amigos. Sensaciones. Puedo volver a escuchar esa música en mi cabeza, a sentir la temperatura o a tener en mi nariz los aromas de ese instante. En cada recuerdo hay algo, un pulsador, una llave, un hecho significativo que me lleva hasta allí volando por el tiempo y la memoria.

El otro día mi amiga Glauca se refería a algo que habíamos vivido juntas como que "era estar como en casa". Fue así, un plan sencillo: una película, tres amigos, unas pizzas.... un rato agradable, apacible... "estar como en casa".

¿No os pasa eso? ¿No os ocurre que cuando estais bien con alguien os sentís en paz, relajados, en casa?

Hay personas que te hacen sentir así. Hay personas que cuando estás con ellos o escuchas su voz o notas la calidez de su piel, te dan paz, te hacen sentir que has llegado, que puedes estar tranquilo y relajado, que estás..... en casa.

Mi familia, algunos amigos y algún mago celta me hacen sentir así. Me dan paz, felicidad y los recuerdos más preciados y queridos por mí.

Esta tarde me despediré con una canción que me lleva a uno mis recuerdos más felices.


3 de octubre de 2010

BALANZAS


Siempre estamos midiendo algo. Consciente o inconscientemente vamos haciendo nuestras balanzas, nuestras listas de pros y contras, nuestras valoraciones.

Equilibrio. Me gusta esa palabra. Es el fundamento de mi vida, es a lo que tiendo en todos los aspectos, supongo que por eso estoy siempre como en una montaña rusa emocional, compensando constantemente. Una batalla para conseguir algo tan vital y necesario para mí: El equilibrio. El estado de confort siempre ansiado y nunca hallado.


Me gustan las cosas compensadas, simétricas. Supongo que por eso siempre estoy baremando. Mi gran guerra, mi gran lucha. Tender al equilibrio. A hacer lógico lo ilógico. A entender, a analizar. A la vez creo que soy una de las personas más caóticas que existen. Impulsiva, pasional y capaz de cambiar todos los planes en 2 milisegundos y confiar en mis instintos. En definitiva: un desastre.


Pero a lo que iba, cada uno hace listas de lo que le inquieta en ese momento. Ventajas o inconvenientes de tomar una determinada decisión. Cosas que favorecen o que se oponen a tomar un camino en concreto.


Hay balances que se van calibrando cada día y que tienen un rango de precisión muy pequeño. Esas son las más difíciles porque esas dependen de muchas cosas, incluido el estado anímico de ese momento. Si un día nos sentimos seguros, confiados, alegres y optimistas, puede que una cosa tan tonta como una llamada no importe demasiado. Pero esa misma llamada tonta de un minuto puede ser esencial en un día en que realmente la necesitemos. El recibirla o no, puede hacer que la balanza se descompense completamente. Así de frágiles son algunos equilibrios. Son como pequeños ecosistemas en los que la pequeña variación de uno de los factores hace que todo sufra un cambio. En esas ocasiones hay que buscar variables externas o internas que devuelvan el estado de reposo precedente. Según de qué balance estemos tratando eso es fácil. Por ejemplo, en el trabajo aunque un compañero sea especialmente idiota un día y te pueda estar incordiando lo indecible, será fácil encontrar un motivo que te haga volver al equilibrio, sólo pensar en que hay más gente a tu alrededor o que tú estás ahí de forma coyuntural y la gili…..as en cuestión no puede aspirar a más en su vida. Os aseguro que ese último pensamiento es muy gratificante (y muy poco políticamente correcto).


El problema llega cuando no constas de demasiados contrapesos. Uys, eso es peligroso, porque ¿cómo llegar al equilibrio en esas ocasiones? No lo sé. Llevo todo el día calibrando, llevo todo el día pensando cómo compensar, sé que hay algo que podría enrasarlo todo, pero no llega y, además, debo encontrar algo que contrapese por si ese factor no se produce. Porque puede que haya (sé que hay) factores externos que impiden que ese hecho que necesito se produzca. Sé que el desequilibrio de hoy se encuentra en mi interior, en mis inseguridades y miedos. En estas ocasiones volver al estado de equilibrio es una tortura mental porque debemos indagar en nosotros mismos, en nuestros deseos, en nuestros pensamientos-sentimientos más profundos y ese es un trabajo muy arduo. Sé que debo encontrar las variables necesarias en mí de tal forma que le afecten lo menos posible las alteraciones exteriores, o las posibles interferencias que puedan mover la balanza. Debo estar segura de lo que pongo en los platillos y debo estar segura de que verdaderamente se inclinan hacia el lado que yo creo. Y cuesta. Hay días que cuesta. Pero sí he llegado a una conclusión, las verdaderas razones para que el equilibrio no se rompa deben salir de mí. Cuando eso no ocurra de esa manera ya nada tendrá sentido.


Sigo pesando, sigo haciendo mi balanza. Sigo compensando con mi confianza y luchando contra mis miedos e inseguridades. Al final siempre he de ganar yo, pero siempre lo haré de una forma honesta y sincera. Llegará el día en que no consiga poner el peso de mi lado. Pero no lo voy a pensar hoy.


Hoy volveré a encontrar mi paz y mi equilibrio. Aunque sea momentáneo.

Me está costando.

10 de septiembre de 2010

UNA TARDE DE SEPTIEMBRE


Viento de Levante.

El mar, agitado. El agua limpia, fresca y espumeante.

La arena, dorada, tibia, con pequeñas dunas, formadas por el viento y las pisadas, proyectando su sombra más allá de los granos que las forman. Maleable, cambiante, el viento la arrastra y me araña suavemente la piel. Se introduce en el cabello, la toalla. Se adhiere por donde quiera que pasa. Granos minúsculos y áridos. Cálidos y ásperos.

El sol caminando hacia el horizonte, templado, agradable, brillante y acogedor.

La brisa juguetea con los rizos sueltos al viento. Ligeros. Salados por el agua del mar. Cambiando de tonalidad debido a los rayos solares que los vuelven cálidos y brillantes.

A través de los auriculares llega a mis oídos "Sildavia". Una y otra vez se repite la canción en el móvil y hace que aparezca una sonrisa pícara y luminosa en mi cara.

"Sildavia no se halla en los mapas, no tengas miedo de perderte, no..."

Un velero surca el mar.

Paz. Tranquilidad. Sosiego. Sólo se oye el mar, las olas y unos críos jugueteando en la orilla con una tabla.

Algunos paseantes, más o menos ridículamente ataviados, luchan contra el levante mientras se despiden del verano y los días de asueto.

Estoy sola, pero no me siento sola.
Puede que esté en Sildavia. ¿Te vienes?


18 de agosto de 2010

SÓLO SE VIVE UNA VEZ



"You only live twice or so its seems,

one life for yourself and one for your dreams"

"Tú sólo vives dos veces o eso parece, una vida para tí mismo y otra para tus sueños". Pero no es cierto: sólo vivimos una vez, y esa vez es la que hay que aprovechar. Sólo vivimos una vez, pero está en nuestra mano el cómo vivimos.

Hay veces que la vida, nuestra preciosa, delicada y valiosa vida, se escapa de nosotros, nos quedamos en un mundo aparte o paralelo a todo lo que ocurre a nuestro alrededor y sentimos que nos hemos bajado del tren, que está pasando y que vemos nuestro cuerpo sentado plácidamente dentro, mientras que nuestra mente y nuestra alma camina por el exterior. Sólo caminamos, sólo nos desplazamos, pero no sabemos dónde vamos, ni cuando llegaremos, ni a quien encontraremos. Cuando eso pasa estamos solos, nos sentimos solos, ansiamos estar solos y a la vez deseamos que esa gente que nos observa desde el tren nos abrace, nos quiera y nos ayude a entrar de nuevo.

Hay veces que esa dicotomía de nuestra vida se alarga durante años y sin saber cómo, los astros se alinean y nos unen de nuevo a cuerpo, mente y alma y, entonces, comenzamos de nuevo a vivir. VIVIR. ¡Qué verbo más bonito! ¡qué acción más difícil! ¡qué solitario es vivir! Porque aunque por fín permitamos a los demás que se nos acerquen, lo más gracioso, la lección más importante, es que tenemos que aprender a vivir solos para poder vivir con los demás. Tenemos que aprender a querernos a nosotros mismos, aceptarnos, soportarnos y aguantarnos, para que los demás lo hagan, para permitirles amarnos, querernos y compartir nuestras alegrías y miserias. Hay que saber estar solo para dejar de estarlo. ¿Curioso, no?

"This dream is for you, so pay the price,

make one dream come true, you only live twice"

"Este sueño es para tí, así que paga el precio. Convierte un sueño en realidad, tú sólo vives dos veces". Sólo un sueño. Con que sólo uno de nuestros sueños se convirtiese en realidad, ya habría valido la pena vivir, pero para eso tenemos que estar dispuestos a que se lleven a cabo. Arriesgar. Darnos. Exponernos al dolor. Dejar los miedos, los tabúes, los prejuicios. Estar dispuestos a pagar el precio, aunque éste sea nuestro sufrimiento, pero.... si hemos conseguido nuestro deseo, si hemos sido capaces de disfrutar, de cumplir nuestra fantasía, si nos hemos dado, amado, besado.... vivido...... entonces vale la pena pagar el precio.

La vida es de los valientes, de los que dejan atrás los miedos, de los que los superan aunque los tengan presentes. Hay que enfrentarse a los terrores, a esa mano negra que tendemos alrededor de nuestro propio cuello y que nos impide avanzar.

¿Cuántas veces mil es mil?

Una, sólo una. Sólo tenemos una vida y hay que vivirla. Sólo tenemos esta vida que se esfuma segundo a segundo y tenemos que VIVIRLA. Solos. Acompañados. Con familia. Con amigos. Con amantes. Maridos. Novios. Hijos. Sobrinos. Como sea, pero vivir, soñar, disfrutar, arriesgarse, sufrir, amar, llorar, dañarse, aburrirse, trabajar, dormir, besar, saltar, cantar, bailar...... VIVIR. Todo forma parte de nuestra vida y de todo se nutre. Es nuestro bagaje personal, nuestro feedback. No nacemos con el manual de instrucciones, tenemos que darnos caramonazos para aprender, pero lo importante es hacerlo. Quien no se arriesga no consigue nada. El que sí lo hace puede que no consiga nada realmente, pero al menos lo habrá intentado y habrá aprendido algo en el camino.

La vida está llena de pequeñas cosas. De pequeños momentos. De pequeños regalos y de grandes pérdidas. Hay que aprovecharlo todo. Aprender de lo malo y disfrutar de lo bueno.

Puede que el hecho de pintarte las uñas de los pies con las amigas y hacerte unas cuantas fotos locas te haga pasar un rato de felicidad... ¿tonto? ¿chorra? puede ser ¿y qué? DISFRÚTALO.



Puede que lleguen personas a tu vida que te hagan sentir viva.... APROVÉCHALAS. Disfrútalas, quiérelas y cuídalas. Porque cuando algo bueno te pasa, aunque sea inusual, inesperado, poco convencional y casual, pero te hace sentir viva y especial, debes cogerlo y no soltarlo y no pensar en qué ocurrirá o dejará de ocurrir. Cuánto durará o cuándo acabará. Sólo vive y no lo dejes pasar, porque sólo se vive una vez.

"You only live twice, or so its seems,

one life for yourself, and one for your dreams"

13 de agosto de 2010

ODIO AGOSTO


Odio Agosto.

Odio el calor.

No me gusta el Verano.

Demasiada gente por todos sitios.

Mi ciudad invadida. Las calles tomadas por turistas, nacionales e internacionales.

Demasiada luz.

Agotamiento. El calor me angustia, me abate, me cansa, me devora..... lo odio.

Las putas moscas, mosquitos y otros bicharracos que no quiero ni mencionar.

Calor.
Humedad. Bochorno.

Cosas buenas:

La playa (con una buena sombrilla, una hamaca, ligera brisa y mar casi en calma, si no... ni hablar).

La piscina.

Las duchas refrescantes.Los helados. Ensaladas. Pescaíto.

Las siestas, uhmmm, las siestas (se merecen un capítulo aparte).

Trasnochar.

Cosas estupendas:

También las hay, algunas, muuuy buenas..... inconfesables la mayoría.

1 de agosto de 2010

PASION POR....... LA F1!!!!



Sí, sí, lo sé. Otra de mis pasiones raritas (o no tanto, pero bueno). Ya os lo había anunciado en alguna de mis anteriores entradas: Me encantan los coches. Me encanta conducir. Me relaja. Disfruto conduciendo. Tengo mis rutas desestresantes, mis carreterillas favoritas..... Ir en el coche sola, con mi música (que dependerá del estado de ánimo), bajar la ventanilla y sentir el aire chocar contra mi cara y alborotar mi pelo..... vida, paz, aislamiento, yo sola en el mundo. Mi pequeño universo. Libertad. Sentir la potencia del motor. Tomar el control.

Cuando era pequeña soñaba con cumplir los 18 años, no para votar, ni para ser "adulta", ni para ninguna de esas cosas. Yo quería cumpir los 18 para sacarme el carnet de conducir. No tuve mi propio coche hasta años después, pero la sensación de aprobar el carnet y llegar a casa a coger un "pandilla" rojo, compartido con mi hermano e ir a recoger a las amigas para celebrarlo.... ¡¡¡qué gozada!!! aún rememoro las sensaciones.

Hoy es Domingo. Fin de semana de Gran Premio de Hungría de Fórmula 1. Fernando Alonso situado en tercer lugar de la parrilla de salida. Y aquí estoy, con el previo a la carrera puesto en la tele. Ayer fue día de clasificaciones (que no disfruté completamente por estar recuperando horas de sueño perdidas). Q1, Q2, Q3.... viendo la situación progresiva de los españoles. Alguersuari cayó primero, normal, es más novato, pero atención con este chaval, promete (además de tener unos ojos que vaya telita). Y después, en la Q3 dos alegrías. Pedro consiguiendo meterse entre los 10 primeros, sitio donde debería estar más a menudo si no fuese por el cochecito que lleva el pobre. Y Alonsín..... yuuupiiiiii, entre los tres primeros. No pudo subir más, los Red Bull (a Webber se lo perdono, que me cae bien) están este año que se salen, pero aún tengo esperanzas en la salida de hoy.

Me gustan los coches. Me viene de familia. Si mi afición por ver presas y embalses la heredé de mi madre. La pasión por los coches proviene de mi padre. Siempre me han contado que cuando él era chiquito, en el lugar donde él vivía había pocos coches y sus hermanos mayores jugaban con él poniéndolo de espaldas o tapándole los ojos y sólo por el sonido del coche o del camión que pasaba por la carretera, debía adivinar a quién pertenecía. Por lo que sé su porcentaje de aciertos era muy elevada. Lo recuerdo haciéndole fotos a coches y motos allá donde íbamos (lo de las fotos también es heredado de él). Lástima que no tuviese tiempo de enseñarme todo lo que él sabía, hube de aprender por mi cuenta, pero nunca podré recuperar lo que él podría haberme enseñado. Curioso, desde que yo era pequeña él ya decía que yo iba a ser Físico Nuclear (jajaja) o Arquitecto (ahí se acercó bastante, otra de mis pasiones) o Ingeniero. Tenía claro que a su niña le iban las tecnologías, el diseño y los numeracos. Lástima que su gran pasión se lo llevase y no pudiese saber si acertó o no. Pero esa es otra historia y no pega aquí.

Os hablé de mis estudios, pues bien, en 3º de carrera, tuve que bregar con Motores Térmicos, pero la parte más bonita de la asignatura fueron sus prácticas, donde aprendimos a clasificar los motores de combustión interna de 2 y 4T. Aprendimos cómo se le hace un reglaje. A distinguirlos mediante una "radiografía". A saber cuáles son sus partes y funcionamiento. Me gusta. Me sigue intrigando cómo se puede transmitir tanta energía y transformarla en la potencia necesaria. Un mecanismo perfectamente estudiado y engranado para aprovechar lo máximo posible. No soy una gran entendida, ni en esto, ni en nada, pero mi curiosidad es infinita, las ganas de saber más, insaciables.

Me gustan los domingos de GP. No llego a condicionar mis planes a ver la carrera, lo importante es vivir y disfrutar de todo, no voy a renunciar a una buena reunión de amigos o familia por una carrera, pero disfruto (aunque a veces me indigne con ciertos tratos de favor al innombrable).

Hoy hubiese disfrutado con otros planes. Hubiese deseado no poder ver la carrera. Pero aquí estoy, delante de la tele, esperando que en 10 minutos se produzca otra vez la magia de ver todos esos caballos de potencia trotando por el circuito. Soñando por que Alonsito adelante a Vettel y Webber y que Hamilton se quede en ese 5º puesto desde el que sale, o mejor, que lo adelante Pedro y le zurzan un rato (muahaha).

Os dejo. Voy a estar atenta a la salida, a ver si el asturiano nos regala uno de esos adelantamientos magistrales de los que él sabe.

Sigo con mis rarezas. Sigo siendo yo misma.

18 de julio de 2010

IMAGINACIÓN


"Jugar por jugar. Como los delfines que saltan "por saltar". Jugar es gozar. Divertirse, placer mental, imaginación, romper tabúes, social, change, soñar, horizonte, extasiar, combinar."


Hace poco una de mis amigas más queridas me pidió que hiciese una nueva entrada. Esa deuda ha estado pendiente más de dos semanas. Desconcentración, distracciones, falta de tiempo, descubrimientos. Diversos sucesos han hecho que no tuviese la capacidad necesaria para la redacción de la misma.

De hecho, ahora mismo mientras escribo, estoy pensando que ésto habrá que romperlo. Sí,
romper, primero estoy escribiendo en papel. Tachones, inseguridades, letra horrible, florecillas. Como encabezamiento, algunas cosas que me inspiran. Un par de nombres, una lista de palabras que se me han venido a la cabeza. No sé si todo esto servirá para atraer a las ideas. Debería.

La imaginación, la inspiración, la creatividad, está dentro de nosotros, sólo hay que buscarla y cuando se encuentra, dejarla salir. Que fluya. Sin miedos. Sin tabúes. Sin pensar en el qué dirán. Sin miedo a las críticas. Sin vanagloriarse de los piropos y halagos. Crear por crear. Jugar por jugar. Imaginar por imaginar. Fantasear por divertirse.

Una vez más escribo las cosas tal y como salen de la fábrica. Intento dejarme llevar. También aquí, en este caso, lo estoy intentando. Parece ser mi clave últimamente.

Creación. Imaginación. Fantasía.

¿De veras es algo que todos poseemos?

Hace unos días hablaba de ese tema con otra amiga. Ella estaba planchando, una de las tareas más tediosas que existen (o eso pensaba yo) y me preguntó lo siguiente: "¿tú crees que yo tengo imaginación, que soy creativa?" La verdad es que hasta ese momento no lo había pensado y fuí lo más sincera posible (uno de mis mayores defectos): "No te considero creativa, pero creo que es porque no le has dedicado tiempo, ni esfuerzos, ni interés en serlo"

Así es. Ese es mi pensamiento. Considero que todos tenemos imaginación. Todos podemos ser creativos en algún ámbito de nuestra existencia. Todos podemos elaborar algo nuevo, ingenioso y ocurrente de la nada. Sólo necesitamos dedicarle tiempo, atención y sobre todo, atrevernos a fallar y a equivocarnos, a ser criticados por los demás, a hacer un horror. Pero todos, todos, tenemos imaginación. Más de la que pensamos. Sólo hay que buscar bien dentro de nosotros y eso.... da tanto miedo!!! Nosotros mismos somos nuestros críticos más feroces. Los que originamos nuestros tabúes, nuestras zonas ocultas, los que nos bloqueamos la imaginación y nos ocultamos de los demás, los que no nos permitimos sacar o reconocer lo que llevamos dentro.

Cuando comencé este blog tenía muchas ganas y dudas. No sabía si sería capaz de llevarlo para delante, pero lo hice. Me atreví. Aquí está medio año después. Coñazo, cursi, monotemático, muy rosa, desigual, particular, incoherente.... muy mío. Muy yo.

La creatividad necesita esfuerzo, trabajo, dedicación. Aunque hay veces en que con sólo una palabra, o una sonrisa, o una mirada, o una visión, o un olor, se desboque toda la fantasía que llevabas acumulada y se originen cosas maravillosas. Quizás no lleven a nada. Quizás no lleguen a ningún lado. Quizás se escriban con tachones, lágrimas, mala letra y se acabe por despedazar como un papel. Pero mientras tanto, mientras tu mente está activa imaginando, fantaseando, planeando y (si se puede) ejecutando... te sientes viva. Y descubres que puedes originar cosas maravillosas, cosas que valen la pena, aunque lo sean sólo para tí.

Ahora me siento así. Fuera problemas, fuera realidad. Ahora, mientras escribo, lo único que existe son mis pensamientos, el papel y el boli azul. Mañana volveré a la rutina, a la monotonía de mi mesa de trabajo, pero os aseguro que esta cabecita loca, extraña y perversa, seguirá fantaseando, imaginando y tramando, porque cuesta empezar y dejarse llevar, pero cuando se comienza.......

Nota: Dark, la oferta de hacerte un hueco sigue en pié. Cuando quieras mi Datcha tendrá una estancia abierta para tí ;)


Esto es para tí, preciosa, tú eres una de mis inspiraciones. Sigo contando los días que faltan para abrazarte.

23 de junio de 2010

SORTILEGIOS

Hechizos. Rituales. Tradiciones. Invocar a los dioses, paganos y no paganos. Formular deseos. Adorar al Sol, al Fuego, a la noche.

Dentro de pocas horas estaré quemando un papel con tres deseos escritos en él. Es una chorrada, una tontería como otra cualquiera, en realidad no creo que se me conceda ninguno de ellos. Pero ¿qué más dá? Por intentarlo no me va a pasar nada, excepto quizás tragar un poco de humo (tampoco va a ser un papelito muy grande). Nunca antes había hecho ninguna de las pequeñas tradiciones que se estilan en la noche de San Juan hasta el año pasado. Me fuí a la playa con las amigas, me mojé los pies (sólo los pies, que una iba muy arregladita y no era plan) y quemé el dichoso papelito, para lo cual hicieron falta bastantes cerillas, porque el puñetero no ardía ni pa'trás. Así que hice lo que se suponía que debía hacer. Resultado: nasti de plasti. Nada. Cero. No se ha cumplido ni uno. Pero.... ¿por qué no lo voy a intentar de nuevo?

Esta noche necesito un pedazo de conjuro muy grande. Necesito que todas las fuerzas del Universo se alíen con las hadas, las brujas, los dioses, hechiceros, duendecillos, lo que sea. Pero que se unan. Hoy más que nunca necesito un milagrillo. No es mucho para tanto poder celestial. Esta noche quemaré mi papel (otro tipo de papel, no el del año pasado :P), me llevaré muchas cerillas y le soplaré bien a la hoguera para avivar el fuego (aplicaré todos los conocimientos adquiridos en la carrera y el trabajo sobre la combustión).Y si no resulta, me lo pegaré bien al cuerpo, que una está muy, muy....... QUEMADA!!! (ya os pensábais otra cosa, cochinos!)

Hala, feliz noche de San Juan a todos!!!!

19 de junio de 2010

SIEMPRE CAMBIANDO

A veces creemos que nadie nos entiende, que somos bichos raros, que ni siquiera nosotros mismos comprendemos qué somos o qué queremos, que no somos como los demás. Esos pensamientos algunas veces se apoderan de nuestra mente y nos hacen infelices, hasta nos pueden causar una profunda pena.

Pero... ¿qué pasa si somos distintos? ¿qué ocurre si hoy no soy igual a la de ayer? ¿qué de malo hay en evolucinar, cambiar y desmontar esas ideas preconcebidas que teníamos en la cabeza?

A lo largo de nuestras vidas hay muchas cosas que nos hacen dar esos saltos. Unas veces son pequeños saltitos, casi imperceptibles, con cambios tan sutiles que sólo se pueden apreciar al dejar atrás el tiempo. En otras ocasiones, son saltos de gigante, producidos u originados por algún catalizador que hace que ese proceso se acelere. Esas reacciones pueden ser causadas por las circunstancias, por un suceso repentino que nos agita desde los pies a la cabeza, o por alguien que mete sus manos en nuestra alma, o en nuestra mente o en nuestro corazón y le quita la escarcha que lo recubría y lo estruja, lo escudriña y lo abre de par en par, mostrándonos a nosotros mismos rincones que no sabíamos ni que existían.

Hay veces que nos sentimos perdidos, sin rumbo, como dejándonos llevar, intentando manejar nuestras propias vidas y creyéndonos que lo hacemos. Pero en algún momento, paramos y vemos que no somos tan fuertes, que sí nos importa lo que opinen de nosotros, que sí nos duele lo que puedan pensar, que aún no sabemos qué somos o qué queremos o qué buscamos. Entonces, en esos momentos, necesitamos a un amigo, a alguien que nos quiera porque sí, que nos aprecie tal cual somos, porque somos nosotros mismos, porque estamos llenos de dudas, porque ve en nosotros lo mejor a pesar de conocer lo peor. Que nos quiere porque somos parte de su vida y porque, aunque a veces lo podamos defraudar, siempre, siempre, nos perdonará, al igual que sabe que siempre le perdonaremos y le querremos. Porque aunque nos vayamos a vivir a la Luna, puede contar con nosotros.

No quiero que mis amigos sean siempre iguales, o sí, no me importa. Me gusta verlos evolucionar, luchar, progresar, levantarse con más brío cuando se caen, tenderles la mano cuando tropiezan, dudar, estar seguros, ser raros, ser normales (si es que eso existe), tener gustos extraños, poseer los suyos propios. Quiero a mis amigos, porque sí, porque están ahí cuando los necesito y cuando no. Pero sobre todo, sobre todo, me gusta pensar que saben que cuentan conmigo para lo que quieran y cuando lo quieran.

Así que puede que a veces no te entienda, o que no reaccione como tú esperas, o que creas que te voy a juzgar, o que vas a ver cierta mirada de desconcierto en mi cara. Sé que ha pasado y no te garantizo que no vuelva a ocurrir, pero sí te prometo algo, voy a seguir necesitando que estés en mi vida para que continue estando completa.

28 de mayo de 2010

SOPOR

Una suave y cálida luz se filtra por la persiana. Hay claridad, sí, pero no molesta, es acogedora, hace que mis párpados se tiñan de naranja. Aún no se quieren abrir. Aún quieren guardar la belleza de la noche. Adivino el leve aleteo del visillo al entrar la brisa de la mañana. Creo oír el roce de las hojas del limonero del jardín. Las dulces notas de azahar vienen flotando con la brisa hasta mi cama.

Inmóvil.

No se mueve nada de mi ser. Sólo percibo el ritmo pausado y sereno de mi respiración. Ni siquiera siento el tacto de las sábanas contra la superficie desnuda de mi cuerpo. Intento mentalmente, sin moverme, tomar conciencia de mí. La mente perezosa aún no quiere trabajar, no le doy prisa. Hoy no hay prisa. No sé qué hora es. Aún no sé si estoy sumergida en mi sueño o por el contrario he despertado. No importa, no hay prisa. Sí, mis piernas están ahí, en la postura habitual. Un muslo sobre otro, la sedosa piel de una pierna fundiéndose en la de la otra. Los brazos.... ¿dónde están los brazos? Uhmm, a ver, el derecho.... El izquierdo..... bien, posado sobre el colchón. Algo lo roza. Algo sedoso, ligero, casi ingrávido. Mi mente, aún soporífera, analiza los datos. Eso es. Mis cabellos, los suaves rizos, casi tirabuzones, deben estar desparramados sobre mis brazos, sobre la almohada, empapándola del fresco aroma que desprenden. Uhmmm, el aroma..... El olfato, maravilloso y primitivo sentido que me lleva a cualquier momento de mi existencia. ¿De veras fué soñando?

Un pájaro, sí el trino del gorrioncillo que todas las mañanas de Primavera, invariablemente, se posa en mi ventana para vigilar su nido. Es agradable. Aún no hay más ruído que me moleste, aún puedo ir dejando que mi cerebro siga despertándose de forma pausada y relajada. ¿Acaso no recuerdo el canto de un ruiseñor? Debe haber sido durante la madrugada, habré escuchado su sonido embriagador mientras navegaba en mis sueños.... uhmmm, mis sueños. ¿Ha sido sólo una broma de mi imaginación? ¿le puede molestar a alguien el canto de un ruiseñor? Supongo que sí. No a mí.

Sigo tomando conciencia de mi cuerpo relajado y aún adormilado. Concéntrate. Seguro que puedes notar la brisa en tu piel. Concéntrate en la piel. Las suaves sábanas están liadas en las piernas, dejando el resto del cuerpo expuesto a la luz, dejando que la desnudez de mi ser se inunde de claridad y tibieza. Tibieza.... sigue subiendo por las piernas, sí, aún la noto, está ahí, aún continua la sensación. Fué real, no lo he soñado, o sí? No, no fue irreal, no para mí. ¿O sí?

Los párpados batallan con mis sentidos. No, no os dejeis vencer todavía. Permaneced cerrados. Quiero seguir percibiendo mi interior, aún quiero permanecer sumergida en mí.

Siento el aire en mis caderas, en mi cintura. Noto el leve movimiento de mis pulmones, el suave latido del corazón, cómo la sangre va calentando mis extremidades. La piel erizada de mis pechos desnudos, tersos, sedosos. Ellos también delatan que no soñé ¿o sí? Permito que mi mano se mueva, el primer movimiento consciente de este día. La piel de la mano acaricia las blancas fibras de la sábana. Mis dedos van despertando, los acerco a mi cuerpo, a mi cara, mi boca. Mis labios los acarician, la boca sedienta los besa, los humedece. La mano baja por mi cuello haciéndome rememorar con deseo otras manos. Continúa hasta el valle formado entre mis senos. Los acaricio suave y delicadamente. Sí, están erguidos, sensuales, a la espera de obtener una nueva estimulación. Todo mi cuerpo reacciona, alerta, preparado para volver a sentir otra piel, otras manos firmes y deseadas sobre mí. ¿O fué un sueño? Mi mano ahora cobra vida propia. Lenta y sensualmente realiza el camino inverso del que había recorrido mentalmente. Baja con suavidad, apenas si me roza con las yemas de los dedos, recreándose en el tacto de mi piel, persiguiendo fírmemente el objetivo final cálido, húmedo, acogedor y agradablemente conocido ¿realmente fué un sueño?

8 de mayo de 2010

FLORES AZULES


Mirad esta foto, ¿qué veis?

Hojas, flores, ramas, verdor, primavera….. muchas cosas.

Cada uno se fijará en algo distinto. Cada uno detendrá su atención en un punto único y singular de esa imagen. Eso es lo que más me gusta del ser humano, todos y cada uno de nosotros tenemos una visión particular y especial de las cosas. Pero, a la vez, aunque nos creamos diferentes de los demás, distintos, aislados o que vivimos en un mundo aparte y hasta incluso podamos sentir que no necesitamos a nadie, todos tenemos algo en común, todos sentimos la necesidad, aunque sea recóndita, de estar unido a los demás, de estar enlazados a alguien, a un amigo, a una amiga, a un amante, a un padre o madre, a un hermano, a alguien. Simple y llanamente ansiamos que esa persona nos escuche, nos intente comprender, nos quiera, nos necesite, a quien necesitar y querer (cualquier tipo de cariño).

¿Por qué esta foto? No lo sé, quizás estaba haciendo un repaso por estúpidas instantáneas que tomo de todo lo que pillo y me he fijado en ésta. Mirad esas tres flores azules. Son distintas a las demás, parecen aisladas de las demás. Pero a la vez, están integradas en un todo diverso y heterogéneo. Esas tres pequeñas flores están luchando por ser ellas mismas, parecen que surjan con fuerza y ahínco con la necesidad de ser distintas ¿o quizás no lo han elegido, quizás la naturaleza ha hecho que sean distintas a las demás pero similares entre ellas? He dicho similares, no iguales, aunque a simple vista nos parezcan iguales. No hay una flor igual a otra, no hay una persona igual a otra, la naturaleza, la vida y las circunstancias colaboran en ello.

Esas tres flores están distanciadas, quizás las separe demasiado terreno, pero no están solas. Ahí están, unidas por algo a simple vista oculto, quizás tan oculto que aún no se reconocen entre ellas (son flores, no creo que vean mucho), pero tienen cosas en común, características que las asemejan. Creo que a los humanos nos suceden cosas así.

Hay veces que te crees solo, aislado en tu mundo particular. Unos parece que estemos en los mundos de yupi, otros en el real, otros en el infierno. Cada cual en el suyo. Cada cual con su pasado y su presente. Algunos con un buen futuro a la vista, otros con uno bien oscuro, pero con esperanzas de mejorarlo, otros creen que jamás lo tendrán, pero también lo tienen por delante, aunque haya que ayudarlos a verlo.

Hay ocasiones en que de una forma repentina, sin saber bien porqué, ni cómo, te encuentras con otra flor azul. No exactamente como tú, quizás hasta muy diferente a ti, con una vida que quizás no entiendas y desconozcas por completo y la cual quizás nunca llegues a comprender. Pero azul. Incluso puede que siempre hayas tenido una flor añil a tu lado y que lleve toda tu vida ahí y nunca hayas reparado en que aún siendo de tu mismo color tiene toda una gama de tonalidades azules e iridiscentes, algunas que ni siquiera seas capaz de distinguir porque tus ojos no han sido capaces de apreciarlos o siempre lo hicieron pero no llegaron a reconocerlo. Entonces, aunque haya abismos que os separan, distancias que parecen insalvables, se tienden lazos, puentes, conexiones que os unen. No sé bien cómo, pero ocurre. Y piensas que es imposible conectar de algún modo con alguien tan distinto a ti, ni siquiera comprendes cómo puedes sentirte cerca de alguna forma, o cómo has estado tan unida a alguien toda tu vida y no has llegado a ver dentro de esa persona y a comprender qué había tras esa explosión de color. Y en esos momentos, es como si hubiese un renacer en tu interior, como si un gran descubrimiento de ti mismo se produjese, como si facetas tuyas dormidas, apartadas, escondidas o por conocer, surgieran de repente. Como cuando al principio de la primavera los campos se tiñen de multicolor y diminutas florecillas, que nadie sembró, brotan por doquier y te das cuenta de que las semillas estaban ahí, aunque no se viesen, aunque nadie lo notase, aunque se hubiesen depositado quizás hacía años sin que nadie se percatase y ahora salen a la luz. Y te das cuenta de que hay personas que quieres que estén ahí y para las que tú estás ahí y quieres seguir a su lado, para hacerles compañía y que te la hagan, para hacerles ver que no están solos y no sentirte tú, para escucharlos y quererlos y reírte con ellos y discutir con ellos y enfadarte y cabrearte y sacarlos de sus casillas aunque no lo intentes, o simplemente porque la vida tiene más color si están a tu lado.

A veces esas personas entran en tu vida y permanecen para siempre. A veces comienzas de nuevo a conocer a quien conocías de siempre y lo valoras aún más y te arrepientes del tiempo perdido. A veces aparece alguien que no esperabas para nada y te sorprende y comienzas a acostumbrarte a que esté ahí, a apreciarlo, a dejar que te conozca y temes que desaparezca como lo hacen las florecillas silvestres al final de la primavera. A veces aprendes a apreciar más lo que tienes cerca y al hacerlo, te aprecias más a ti ¿o es al contrario? Y cuando todo esto pasa te das cuenta de que no estamos tan aislados, ni tan distantes, ni tan solos y que tienes muchas flores azules a tu alrededor, sólo tienes que aprender a verlas, cuidarlas y, si se dejan, mimarlas.

2 de mayo de 2010

DESPUÉS DE LA TORMENTA........


¡¡Otro pantano!!


Jajaja, lo siento, es que tenía a huevo el chistecillo. Qué se le va a hacer, otra de mis facetas, los chistes malos y fáciles (petardo, I know that you know :P)


Pues eso, que como no podía ser menos, tenía que relajarme y tomarme mi tiempo para pensar y aclarar ideas y qué mejor que ir a ver otro embalse. En esta ocasión de la provincia de Málaga, el embalse del Guadalteba, en el valle del Guadalhorce ¡¡¡qué belleza!!! es una preciosidad, lástima que las fotos esta vez no han salido como me hubiesen gustado, demasiada luz, no he ajustado bien, de hecho las he realizado casi a ciegas, porque el sol me cegaba. Pero no valen las escusas, la próxima vez me esmeraré más. Espero que al menos podais haceros una pequeña idea de toda la naturaleza que me rodeaba.



Ha sido un día espléndido. Caluroso, pero con una brisa muy agradable que penetraba por las ventanillas del coche. Unas vistas alucinantes. Una primavera en explosión. El trinar de los pájaros que han hecho que apagase la radio, ya que por supuesto era mejor que incluso mi "Sultans of Swing" o mi "Take five". Los aromas... (tomillo, jara y más yerbajos variados que no distingo).... uhmmm.... eso no os lo puedo describir, ojalá se pudiesen digitalizar los olores y hacéroslos llegar. Relajación. Calma. Serenidad. Mi Málaga.


Hoy necesitaba eso. Soledad, quietud, sólo mi coche, mi copiloto y yo. Tras un Viernes horríbilis y un Sábado de reflexión (a la que ayudó un Mai Tai y el haber dormido la noche anterior 12 horas :P) que podría haber terminado mejor, el Domingo tenía que ser de tranquilidad, de retomar mis pensamientos, trazar estrategias, recargar pilas y enfrentarme a la semana con nuevas ideas y proyectos. Y todo eso tenía que ser partiendo desde allí, de mi casa, en mi hogar, en mi rincón ahora abandonado y tan añorado.


Hoy he disfrutado. He comido fresas arropada por las raíces de una encina, con un abejorro zumbando sobre mi cabeza y unas hormigas, demasiado grandes para mi gusto, amenazando con colarse por donde no debieran. He disfrutado pensando en incordiaros una vez más con mis pantanitos de los pantalones (jajaja, es que me gusta ser puñetera, qué se le va a hacer), me he deleitado al morder la mejor fresa y regalaros ese momento, ese pequeño placer que me ofrece la vida y que quería compartir con vosotros. Porque los momentos buenos y agradables también hay que hacérselos llegar a los amigos, porque sé que la gente que te quiere, disfruta al verte, si no feliz, al menos relajada. Os quiero, chicos.

30 de abril de 2010

LUCHA, SIGUE LUCHANDO

No quiere ayuda, no la necesita.

No quiere mimos, no los acepta ahora.

No quiere blandenguerías.

No pide ánimos.

Sólo necesita ver la luz, una luz, pequeña, enana, diminuta. Ya no necesita una puerta grande y brillante, ni siquiera una pequeña. Se conforma con una ventana pequeña, un ventanuco por el que pueda pasar, por el que entre ese rayito luminoso y reconfortante que necesita. Todos los días se propone verlo. Todos los días intenta que sea especial y trata de convencerse de que va a llegar el momento deseado. Pero cada día que pasa el borde del abismo está más cerca y las ramas frágiles, a las que se agarra con desesperación, se van escurriendo de sus manos y la arena que hay bajo sus pies corre, vuela, desaparece hacia las profundidades. Se intenta mantener en pie de todas las formas posibles.

Lucha. Patalea. Pelea. Se enfrenta al destino cada día, lo maldice y a la vez confía en él. Intenta comprender porqué. Intenta comprender qué ha hecho mal, dónde se equivocó, porqué ella. Sabe que no es única, sabe que hay muchos como ella, sabe que a su alrededor la necesitan. Sí, la necesitan y ese es su mayor aliento. Sabe que no puede fallar, ha prometido no hacerlo, se lo prometió a ella misma y no lo va a hacer. Le dicen que lo va a superar, que va a salir de ahí, que ella puede conseguirlo y que lo va a hacer, pero.... ¿CUAAAAANDDOOOOOOO??? El tiempo se agota, se escapa, huye, juega con ella. Y la vida la pone a prueba una vez más.

Quiere vivir, está viviendo.

Quiere sentir, está sintiendo.

Quiere dar, se está dando.

Quiere jugar sus cartas, las está barajando.

Pero se siente atada, dolida, hundida, desesperada, frustrada, agotada, cansada, hastiada. No, no puede sentir eso, todo eso hay que guardarlo en el cajón, bajo llave, donde se guardan las miserias y los secretos. Cada día mira la llave, la toca, piensa utilizarla y sacar todo lo que se esconde en la caja de los sentimientos indeseados. Casi todos los días gana la esperanza, la ilusión, la fuerza, el coraje, la valentía, las ganas de vivir, las ganas de sentir, las ganas de dar, la necesidad de dar, la necesidad de querer y ser querida. Casi todos los días lo consigue, la ayudan a ello, le aportan el cariño necesario. La familia, los amigos, todos están ahí y hacen notar su calor. Hasta las palabras que la arañan le dan fuerza, mucha, la enseñan a olvidarse de ella y pensar en los otros. Hasta de lo que duele aprende. Sed de aprender, de saber, de comprender. Mucha sed. Pero hay noticias que le recuerdan que las ramitas-asidero se están quebrando y que la arena sigue escurriéndose y que los pies hacen cada vez un surco mayor en la tierra al intentar frenar la caída irremediable.

Y entonces se instalan todos los pensamientos non-gratos en la mente y se vuelve cobarde y se deja vencer. No. No puedes dejarlos, no pueden ganarte. Eres peleona, protestona, guerrillera, inconformista, luchadora y estás dejando de ser cobarde. Y te necesitan, recuérdalo.

Y lo recuerda. Y el pensamiento que se había instalado en su mente, desaparece. Mejor que desaparezca ese pensamiento, mejor eso. Vuelve a esconderlo todo en la caja, ciérrala, no la mires más y vuelve a esconder la llave, pero en un sitio más recóndito esta vez. Y vuelve a luchar. Vuelve a planear, a idear una estrategia. Eso, una estrategia, un plan de ataque, esto es una batalla y no te puedes rendir. Ese es el camino. Lucha, planifica, confía en ver de nuevo una lucecita, no pienses en que el tiempo te está arrasando, piensa en que el Lunes te pondrás guapa y te irás con tu amiga de paseo y disfrutarás con ella como lo hacíais en la época en que érais felices y luego se lo contarás a tu vasquilla favorita y se alegrará por tí. Piensa en que haces daño a los demás cuando te ven así, no les eches tus monos, no se lo merecen. Piensa en que no es justo para nadie que te rodea. Piensa en que no es justo para tí. Piensa en que otro día habrá una buena noticia, una tan buena que no nublará la alegría que se instaló el día anterior en tu cara y que aún sentías por la mañana. Piensa que no te puedes perder todo eso que estás descubriendo y que te hace sentir viva. Vive. Lucha. Continua peleando y batallando.


Y lo hace. Y lo seguirá haciendo. Y ganará. Ya está ganando.

25 de abril de 2010

TENGO GANAS DE IR A VER PANTANOS.....



Con esa frase han comenzado muchas de mis mañanas dominicales. ¿Extraña verdad? Mucho y más viniendo de una madre. Pues sí, tengo muchos recuerdos unidos a esa expresión o a alguna similar. Creo que es algo que siempre hemos hecho en casa, levantarnos un Domingo, desayunar, ponerte ropa informal y hala, al coche, a visitar pantanos. Supongo que no fuí una niña al uso, supongo que mi familia tampoco lo era. Supongo que aún no soy una mujer con las aficiones que se nos suponen típicas.

Aunque si me pongo en plan mijitas, no es cierto que visitásemos pantanos, en realidad hemos ido a ver embalses o presas. La diferencia, muy fácil: mientras el pantano es una acumulación de agua de forma natural, el embalse es artificial, creada por el hombre por medio de la construcción de una presa. Sí, soy exactita con estas cosas, es mi especialidad, es mi carrera, son mis estudios. No aprendí a construir presas, para eso están los Ingenieros de Caminos, pero sí me conozco o conocía todas sus partes, era una de las asignaturas de la diplomatura y de las que más me gustaban. Aunque en realidad nosotros nos centrábamos más en las instalaciones de las mismas, en los distintos tipos de turbinas que existen, en que condiciones era mejor una que otra, cómo producir la energía eléctrica. Total, esas cosas extrañas que estudiamos los Ingenieros y que a la mayoría de la gente le suena a chino y más aún les resulta alucinante que existamos algunos locos a los que nos apasiona el tema. En fin, esas eran cosas que se estudiaban en la carrera y que luego, al menos en mi caso, nunca más toqué. Cuando sales del universo académico la realidad se va imponiendo y terminas trabajando de Ingeniero, sí, pero de otra especialidad distinta y aprendiendo todo de nuevo. Siempre aprendiendo, siempre indagando en nuevas cosas, siempre intentando mantenerte al día de las novedades tecnológicas, normativas y reglamentos.

Ya veis, otra de mis pasiones. Hace poco estuve pensando en esto y creo que esta pasión en concreto se la debo a ella, a mi madre. Supongo que como ella se crió en tierra adentro, lejos del mar, lejos de una acumulación grande de agua, siempre necesitó verla junta, ver todas esas moléculas, esas gotas enlazadas unas con otras formando los mares interiores que son los embalses. Daba igual cuál fuésemos a ver ese día, eso iba a depender de las ganas de conducir (que en mi familia siempre han sido enormes, otra de mis pasiones) o de como estuviese el día. ¿Lo ideal? Un día de lluvia. ¡Qué placer conducir bajo la lluvia! coger el coche, sin prisas, sin controlar el tiempo, sólo conducir. La escusa, ver el pantano (permitidme ser incorrecta). Quentar, Canales, Beznar, Bermejales, Cubillas..... esos son los más cercanos, al menos en esta provincia. Una vez allí, no importaba mucho, bajar del coche, dar un paseo, asomarse al vacío, sentir el vértigo subir desde...... ahí ;P.

Agua.

Azul, verde, gris.... depende del cielo, pero agua.

Vida, quietud, soledad.

Aún lo hacemos. Aún lo hago. Me gusta, lo he heredado de ella, lo comparto con ella. Nadie lo heredará de mí, pero yo lo haré mientras pueda. Me gusta saber que al final de mi trayecto en coche sintiendo el aire entrar por la ventanilla y disfrutando de cada curva, encontraré el agua, la presa, los aliviaderos, las tomas de fondo, el ronroneo de las turbinas y los generadores, el sonido del viento sobre la superficie acuática. Entonces volveré a muchos momentos vividos de forma similar. Volveré la vista a mis clases de Centrales y a los exámenes de 5 horas, a los folios llenos de cálculos, fórmulas y clasificaciones: Pelton, Francis, Kaplan.....

Seguiré disfrutando de mis pasiones, aunque sean raras. Y seguiré viviendo mi vida, aunque sea rara.






9 de abril de 2010

FLORES

Flores. Primavera. Aromas. Luz. Frescor. Alegría. Agitación.

Todo eso resume lo que ha sido este día y gran parte de todo eso y de muchas más sensaciones han sido gracias a vosotros. Desde que dio comienzo esta jornada, desde las 00:01 de hoy, he recibido vuestro cariño, vuestro amor, vuestra compañía y.... vuestras flores.

Petardo, sé que me lees a veces, gracias, cariño. Anoche, por segundo año consecutivo, me alegraste la entrada de este día. De hecho estaba convencida de que no me ibas a fallar (el pequeño Rappel me lo predijo :P). Ya ves, no eres tú el único que cree en las posibilidades del otro. Al final, estabas tan enfrascado en lo que me estabas contando que casi te tengo que poner un letrerito, pero un par de "caretos" te sirvieron para que te coscases. Chico listo!! Fuíste el primero en regalarme los aromas de la Primavera. Desde aquí quiero que sepas que tengo el hibisco en mi fondo de escritorio. Gracias, te espero para la cita del año que viene, confío en que no me falles, porque si lo haces iré a buscarte a la columna y te bajaré de un puntapié. Aunque una vez abajo.... ya seré más amable y cariñosa. Jijiji.

Glauca, AMIGA, así con mayúsculas. No me voy a poner más cursi, ya me está saliendo esto bastante pastelito de nata. Es que te quiero un montón, joder. No sabes lo que agradezco el esfuerzo que has hecho hoy por mí. No sabes lo que significa para mí tenerte cada día al lado, saber que voy a contar contigo cada mañana y que vamos a compartir esos ratos que sin tu compañía serían infumables. Es que no me salen más palabras contigo. Sabes cuánto necesito y quiero irme de aquí, pero no sabes cuánto te voy a echar de menos cuando ese momento llegue. Te quiero pucho, pero pucho, pucho. Pero eso sí, por favor, no me hagas tantísimas preguntas, que me tienes agotá!!!! (bah, tu hazlas, ya te contestaré a lo que quiera, mientras no esperes que yo te pregunte.... ya sabes que soy pésima para preguntar).

Tú, la de las margaritas, sí, tú, que también me lees de vez en cuando. Gracias y mil veces gracias por esas dos margaras, joder, es que me arrancaron una sonrisa en plena caravana de coches. Ha sido uno de los regalos más bonitos que me han hecho nunca. Gracias por estar ahí, a veces hasta las mil. Recuerda que nos tenemos las dos y que llevamos mucho avanzado y que lo vas a conseguir y que seguiré a tu lado para cogerte de la mano y ayudarte a seguir para delante. Tú sí que eres fuerte, que nadie te diga lo contrario.

Dark ¿qué te puedo decir hoy que no te haya dicho ya? Nada, no me queda nada y a la vez podría decirte muchísimo más. Puede que haya personas que no comprendan cuanto te quiero, no me importa, tú y yo sabemos en qué se basa nuestra amistad y lo que nos damos la una a la otra. Tú también me has regalado flores hoy, no sé qué os ha dado a todos este año. Este día que me has regalado tardará mucho en desaparecer de mi memoria, que lo sepas. TE QUIERO. Llegaste de una forma rara a mi vida, pero estás y te vas a quedar en ella.

A todos los demás, gracias. Con alguno me hubiese gustado poder coincidir hoy. No lo he puesto fácil, llevo días sin dejarme ver demasiado y estoy deseando poder dar más tiempo y atención. Hoy lo he intentado varias veces, todo lo que he podido, pero sé que no es suficiente, aunque espero pronto poder resarcir esta falta de atención, que no de interés. Y aseguro que no son sólo palabras, palabras.

29 de marzo de 2010

¿OPORTUNIDADES PERDIDAS?

A veces la vida nos pone a prueba o nosotros mismos somos los que lo hacemos.

A veces nos encontramos con algo muy apetitoso delante, un caramelito de colores preciosos que sabemos que nos va a dar un momento de placer intenso. Cuando vemos el confite, antes incluso de paladearlo, ya nos estamos haciendo la boca agua pensando en todo lo que vamos a obtener de él.

A veces ese objeto de deseo es más engañoso, lo ansiamos, lo queremos, sobre todo lo deseamos y no porque tenga colores brillantes, ni nos prometa estar especialmente dulce, quizá por su aspecto pueda resultar duro, árido, incluso amargo y a la vez, justo por eso queremos saborearlo, justo por eso estamos locas por experimentar las sensaciones que nos sugiere, pero a la vez, sabemos que nos va a hacer que queramos más y que nos va a enganchar ese sabor que aunque pueda llegar a ser hasta agrio, nos parece dulce y placentero y que cuando ya hayamos sucumbido al gozo de lamer el exterior, de acercar tímidamente la punta de nuestra lengua a su superficie ya no podremos dejarlo. Uhmmm ¿quién podría resistirse? Aunque sepas la dependencia que va a acarrear, ¿qué importa? Eso es lo que piensas en el momento y más cuando atisbas que no hay sólo una golosina, que detrás de esa primera experiencia puedes encontrarte con una bolsa entera de diferentes tentaciones. Pero entonces, algo te hace ver que no estás siendo racional, que estás dejándote llevar por el ansia de seguir disfrutando ese deleite y por la promesa de gozar y saciar tu sed de experimentar con el dulce. Y dudas. Te plantas delante de esa figurita brillante y sabrosa que te está diciendo: cómeme o escúpeme y dudas. Puede que primero, a pesar de conocer todas las consecuencias que posiblemente te acarreará el atracón, digas: "Lo quiero, lo deseo y me lo como y me como toda la bolsa completa y pago lo que haga falta, porque la experiencia lo merece". Pero luego, enfrías la mente (o no, pero bueno) y dices: "No, sé que cuando empiece a regocijarme en el dulce-agrio sabor, me arrepentiré, porque sabré que estoy comiendo demasiado y me va a sentar mal y tendré que esconderme para llenarme de la dicha que me producirá y entonces, tendré que vivir una doble vida a la que no estoy dispuesta o para la que no estoy preparada y, si llega ese momento, ya no podré saborearlo con la atención que se merece y requiere y no será justo para ese manjar". Pero, nuestra alma inquieta e insatisfecha y llena de dudas, cuando vea que el caramelo se está derritiendo en nuestras manos sin haberlo casi ni rozado con nuestros labios, entonces y sólo entonces dirás: "No, no te derritas, no te desvanezcas, no desaparezcas. Vale, soy débil, quiero entregarme al agradable sabor aunque me sigan torpedeando las dudas, aunque sepa que, a la larga, no podré con toda la bolsa. Aunque sepa que lo voy a hacer por el deseo de probar algo nuevo y llamativo. Por el deseo que me produce este dulce alimento que tengo en mis manos que se me ofrece para degustarlo y para que me entregue a su poder". Y es ahí, cuando tu golosina ha terminado por deshacerse en tu mano, cuando ya ha decidido que el tiempo ha pasado y que en realidad tú no estabas preparada para lo que te ofrecía. Y seguramente tenía razón. Lo más probable es que el caramelo haya visto más de tí que tú misma y haya adivinado que lo tuyo no era esa bolsita de chuches, que mejor te vayas a por una manzana que es más conveniente para tí, aunque sea aburrida y sosa y correcta y convencional. Ese caramelo que te ha hecho ver la posibilidad de tener tantos momentos de placer, también ha visto que no te conviene tanto azúcar, porque en realidad, puede que la cruda realidad sea que tú seas como la manzana: correcta, convencional, casi cursi y sin pretensiones. Y creo que esa cosa lujuriosa y atrayente que tenías en los dedos, tiene razón.

Creo que es mejor que siga con las manzanas, aunque ahora sepa que me gusta "ese" agrio con un punto dulce y que ahora mismo, en este momento, me muera por darle un lametón aunque me vuelva a resultar demasiado ácido.

Mejor sigo con las manzanas.

21 de marzo de 2010

DIFICIL.... PERO HAY QUE INTENTARLO

¡¡Se acabó!!

Me niego a seguir así.

No quiero, no estoy dispuesta a pasar ni un momento más lamiéndome las heridas. Nunca he sido una persona cobarde, siempre me he puesto el mundo por montera y me niego a dejar de ser valiente, arriesgada y echá pa'lante. No me queda otra, no soluciono nada y además, y casi lo más importante, hay gente a mi alrededor que necesita mi energía y que sufre al verme hecha una piltrafilla llorona. Esta semana me han echado en cara no apostar por mis amigos, no congratularme de su amistad y puede que, en cierta manera, haya abusado de ellos, pero no soy de las que dejan a los suyos en la estacada, esos van por delante. Una vez lo hice, amiga, no pude darte lo que necesitabas porque yo no podía dar nada y estaba vacía, pero ahora no es así. Y esa es una excelente razón para no dejarme llevar por la mierda de melancolía que intenta arrastrarme. Estoy ahí, para tí y para otras personas que me necesitan. Todo va a pasar, algo bueno va a llegar, llevas tiempo diciéndomelo y te creo y confío en ello, así que te lo voy a meter a fuego en tu preciosa cabecita y ya sabes lo pesadísima que puedo llegar a ser. Esta semana otros amigos han intentado por todos los medios animarme, hacerme ver que hay salida. Me han llamado gilipuertas, me han dicho insoportable, me han hecho ver que hay más vías, aunque sean provisionales, me han dicho que me expresase, aunque fuese haciéndole fotos a un cubo de basura. Pero sobre todo, sobre todo, han sido mis amigos y han estado ahí, igual que tú. Sé que no puedo hacer mucho por tí, pero sí voy a estar ahí para escucharte, apoyarte y quererte y recordarte lo bueno que tenemos a nuestro alrededor. Es difícil, lo sé, pero hay que intentarlo.

Así que ya que ahora mismo te da pereza hacer la maleta y no tienes muchos ánimos para escuchar más idioteces estilo "happy flower", te traigo pequeñas cosas maravillosas que no tenemos tan lejos. Sé que me dirán cursi o cualquier otra cosa, tú y yo sabemos que no lo soy, pero esto que te pongo es para tí. ¿Sabes? pronto volverá a salir el sol y calentará tu piel, la primera y la segunda, e iremos de nuevo de paseo cargadas con nuestras cámaras o con nuestros lápices a captar cosas hermosas, o feas, lo que nos de la gana (aún tenemos eso pendiente). Tú ayer expresaste todo lo que te invade mejor de lo que yo lo haría jamás en mi vida. Hoy te regalo lo único que se me ocurre para, por lo menos, decirte que estoy a tu lado y que te quiero y que esta vez no voy a fallar.


14 de marzo de 2010

TONTERIAS CINEMATOGRAFICAS I

Esta vez no me voy a alargar mucho en el post, símplemente os voy a poner un pequeño montajillo (muy básico) que he realizado con escenas de la gran "La ventana indiscreta" (otra vez, ya os avisé) de Hitchcock, "Manhattan" de Woody Allen y "Misterioso asesinato en Manhattan" también de Woody.

Bien, cualquiera que haya visto la primera y la última de ellas no necesita que haga más comentarios, son evidentes las similitudes.Y bueno, comparar las películas de Allen unas con otras, sobre todo las de esos tiempos, es un poco tonto, tienen todas muchísimos puntos en común, empezando por la decoración de los apartamentos de los diversos protas interpretados por él y terminando en que básicamente hace siempre el mismo papel.

En este caso sólo quiero poneros unas escenas de cada una de ellas y veréis los dos homenajes que le hace Woody a Alfred. Así que es sólo eso, lo que dice el título del post, una tontería cinematográfica. Amenazo con más y la próxima vez intentaré que sea un pelín más extenso, que he tenido poco tiempo estos días.

7 de marzo de 2010

BRAMASOLE


¿No sentís a veces la necesidad imperiosa de salir de vuestra rutina o falta de ella? ¿de cambiar de aires? ¿de coger el coche y lanzaros a la carretera con la ilusión de descubrir algo nuevo? ¿de subiros a un avión y aterrizar en una ciudad desconocida y ansiosa de ser descubierta por vosotros?

Supongo que sí, creo que es algo que todos sentimos en algún momento de nuestra vida. Y considero que es algo necesario y beneficioso. No el deseo de "irnos", si no la ilusión por preparar un viaje.

Quiero viajar. Me encanta viajar. Echo de menos los nervios previos a la partida, esos gusanitos que recorren la barriga y que la noche anterior al inicio de la aventura, no nos dejan pegar ojo y que hacen que, invariablemente, comencemos la andadura más cansados de la cuenta.

A veces siento tales ganas de coger la maleta y largarme a algún rincón del mundo, que parece que me falta el aire. Supongo que son las ganas de evadirme de la realidad y entonces pienso que aunque huya, la realidad seguirá conmigo vaya donde vaya.

Viajar. Cambiar. Reinventarse. Renovarse. ¿No implican significados similares o semejantes?

¿Por qué esta película? ¿Por qué “Bajo el sol de la Toscana”? No es una gran película, ni siquiera la calificarían algunos como una buena película, pero, como muchas otras, a mí me hacen sentir algo especial, y en este caso, ese “algo” es en parte la identificación con el personaje. No soy Diane Lane (ya me gustaría a mí y a más de uno de mi alrededor :P), pero siento ciertas similitudes con su personaje. Yo también he tenido a mi propia Patti, mucho más dura que la de la película, que me ha empujado (aún lo hace) y casi dado patadas en el culo para lanzarme a cambiar, para hacerme ser de nuevo la persona que fui y que por diversas razones dejé olvidada en el camino. Desde la gran patada, la cual no comprendí y hasta hizo peligrar la amistad, he tenido mi autobús particular lleno de gente disparatada, bulliciosa y amistosa, que me ayudaron a ver las cosas de otra forma, a aprender de nuevo a divertirme, a dejarme llevar, a permitirme entregarme y abrirme y sacar mi lado ingenioso y bullanguero. Y porque no decirlo, a dejar ver mi lado más humano y generoso y aprender a escuchar. Ese lado que he tenido muy escondido y abandonado. ¿No es esto el inicio de un gran viaje?


Tengo ganas de viajar, de coger el coche y perderme. Uno de mis viajes soñados, añorados y espero que algún día, programados, es ese: coger un avión, aterrizar en Florencia, alquilar un coche y……. perderme. Beber vino de la tierra en cualquier pueblito, comprar algo de fruta en algún puesto callejero. Quienes hemos estado ya en esos lugares, sabemos que es así, que realmente existen esos puestos y que la fruta que venden sabe mejor que en otros sitios. Será por la sensación de bienestar, puede ser, pero…. Uhmmm, aún paladeo el sabor de unas moras compradas en Siena, o la textura del Gelato que devoré frente a Santa Maria del Fiore en Florencia. Tengo ganas de pasear, de observar a la gente sentada en un café, de intentar descubrir algún personaje salido de un film de Fellini. En la película todo eso se describe muy bien, por eso os he puesto ese trozo, Frances (la prota) es capaz de plasmar con palabras en una simple postal todas esas sensaciones. Aunque claro, como a ella le ocurre, siempre hay quien no valora o comprende la belleza que se intenta transmitir y se limitan a mirarnos como a bichos raros que perdemos el tiempo sintiendo estupideces. A veces consiguen que nos sintamos así de extraños.

Como Frances, bajé del autobús, aunque me quedé con algunos compañeros de viaje, los más preciados y queridos, los que se molestaron en conocerme y están dispuestos a soportar mis neuras y dejarme ver las suyas. En todo viaje, aunque sea uno que haces sola, necesitas compañeros en la distancia a los que enviar una postal de vez en cuando.


¿Quién no se perdería en esos paisajes? No hablo de comprar una casa y mudarme, sólo en algo momentáneo o pasajero. Aunque para ser sincera, sí he fantaseado alguna vez con la idea de irme y comenzar de cero en otro lugar, en otro país. Reinventarme. Redescubrirme. Supongo que ahora es mi oportunidad para hacerlo. Soy de las que creen en coger las oportunidades al vuelo, en aprovecharlas y no dejarlas ir. En dejarse llevar. Aunque hasta el momento, siempre me traen al mismo sitio. Pero creo que por fín estoy iniciando mi viaje. Estoy dispuesta a encontrar mi “Bramasole”, esa casa, esa oportunidad que me haga iniciar otra vida. A partir de ahí se inicia el duro trabajo de comenzar de nuevo, de renacer de las cenizas, de vencer los miedos y rehacer los planes de vida (si es que alguna vez los hubo). Pero el primer paso, el más complicado, el más difícil y duro, está hecho, ya no hay vuelta atrás. Sólo espero mi señal y estoy convencida de que llegará (y espero que no sea una cagada de paloma ;P).

Mientras tanto sigo añorando ver el sol.

21 de febrero de 2010

¿ROMANTICA E IMPRESIONISTA?



Me encanta enlazar cosas, investigar, indagar, buscar nexos de unión. Soy curiosa por naturaleza. No cotilla, eso es muy diferente, al menos bajo mi punto de vista. Me considero curiosa en el aspecto de querer saber más sobre algún tema, husmear a cerca de lo que me interesa, adquirir conocimientos sobre algo. Supongo que es mi lado científico, esa vena analítica que me recorre entera. Aunque, a la vez, soy bastante caótica, demasiado impulsiva, me dejo llevar demasiado por lo que siento en cada momento. Supongo que es el lado más artístico de mi personalidad. Total, soy bastante rarita ;P

Pues bien, no hace mucho, al comienzo de esta aventura, comencé a analizar mis gustos, ya sabéis, mis pasiones. En cuanto a música, hay muchos compositores que me fascinan, que siempre lo han hecho: Debussy, Satie, Mozart, Chaikovski…. Al igual que tengo mis pintores preferidos: Sorolla, Vermeer, Antonio López, Rusiñol, Velázquez….. Así que mi curiosidad innata y mi afición por buscar conexiones se unieron, se aliaron y me hicieron pensar en todos ellos en conjunto y llegué a ver lo que estaba totalmente claro y a la vista de cualquiera, pero en lo que nunca antes había caído: muchos de ellos fueron coetáneos. Debussy, Satie, Chaikovski, Sorolla y Rusiñol (entre otros) no sólo vivieron en la misma época, si no que muchos de ellos se conocieron, fueron amigos, compartieron ideas e intereses. Y bueno, como me suele pasar algunas veces, me emparanoyé y durante unos días estuve dándole vueltas a mi cabecilla y comencé a buscar más conexiones y porqués.

¿Por qué da la casualidad que son casi todos mis pintores favoritos impresionistas? ¿Por qué muchos de mis compositores favoritos son románticos o neo-románticos? ¿Por qué me paro a pensar en estas cosas? (esta última es la más fácil, ya lo he dicho, soy rarita y tengo mucho tiempo libre)

Supongo que sí, que mi alma, mi espíritu es un poco impresionista, intento empaparme del momento que vivo, intento captar todos los detalles de un instante en concreto, hay situaciones, hechos o simples conversaciones que intento guardarlas para siempre en mí. Cómo explicarlo, a ver, a veces ocurre que un instante de mi vida deseo imprimirlo en mi memoria, para lo cual comienzo a captar y fijar detalles que luego me puedan llevar de nuevo a ese instante. Me fijo en la música, en los olores, en los colores, en una palabra determinada. Los considero como pequeñas “llaves” o “interruptores” que almaceno en la memoria y que en un momento determinado, puedo accionar para que me lleve a esa sensación vivida. ¿No es lo que intentaban los impresionistas, captar la luz, el color, incluso el movimiento en un momento determinado? Así es como lo he considerado siempre. Esa es mi interpretación de ese movimiento pictórico, supongo que por esa razón me gustan tanto sus obras. La luz de Sorolla, mi Mediterráneo…. Uff, debe ser increíble tener la capacidad de poder hacer eso. Incluso Johannes Vermeer, que para nada perteneció a esa época, ya hacía algo parecido, intentando plasmar un instante cualquiera en una tarea cotidiana de su propia casa, o el color de las nubes sobre Delft. De hecho estos días he descubierto que muchos de los impresionistas se basaron en él, aprendieron de sus obras para poder pintar lo que ellos querían. Una conexión más. Curioso, ¿no?

En cuanto a mi lado romántico, ese es taaan patente y claro que, a veces, hasta me avergüenzo de él. Soy una romántica empedernida, siempre lo he sido, en muchísimos aspectos. Supongo que es mi lado más oscuro, al que me vuelvo cuando estoy tristona y en el que me recreo demasiado a menudo. Me encanta la música de piano, se me eriza la piel con según que melodía de Debussy o de Satie. Me pierdo en las notas, me dejo llevar y me aíslo del mundo con una buena música. Supongo que es la cadencia de las notas, no entiendo nada de música, soy muy limitadita en ese campo y en muchos otros, pero… no puedo vivir sin ella.

Santiago Rusiñol - "Patio de los naranjos"

Ramón Casas - "Interior al aire libre"

Joaquín Sorolla - "Cosiendo la vela"

A lo largo de este post os he ido poniendo algunas obras que me gustan, tanto musicales, como pictóricas, pero todas ellas con un denominador común, son de artistas españoles, todos ellos coetáneos y todos ellos pertenecientes a los dos movimientos que os he mencionado. Otro día, cuando menos lo esperéis, os pondré franceses, o rusos, o ya veré, pero esto no se acaba aquí. Bueno, este post, sí. Os dejo con esta música maravillosa que una noche hace meses, me pasó un amigo mientras hablábamos en el msn. Quiero pensar que él la estaba escuchando y la quiso compartir conmigo, aunque también pienso que lo que intentaba era hacerme callar un ratito. Siempre me quedaré con la duda, bueno, hasta que le pregunte, si es que me quiere contestar, que luego me llama cotilla ;P



18 de febrero de 2010

ECHANDO DE MENOS....

¿No teneis días en que echais de menos a ciertas personas, lugares o cosas?

Unas veces esa añoranza viene sin más, de repente nos acordamos de alguien que hace mucho tiempo pasó por nuestras vidas. Sin ninguna razón aparente, un día cualquiera, en un momento cualquiera, nos viene a la mente una persona que en un determinado instante de nuestra vida estuvo ahí. Puede que no nos hayamos acordado de esa persona en años, quizás no nos acordamos de su nombre, y de pronto, ¡zas! ahí está, se cuela en la cabeza.

En otras ocasiones sí sabes el porqué lo recuerdas. Puede ser una canción, un olor, el pasear por una calle donde compartísteis un rato de risas o de llantos, o ver algo de lo que os reísteis a la vez hasta llorar. Puede ser símplemente que a esa persona la tengas ahí, en un rincón del corazón o de la cabeza, o de ambos y que, en realidad, nunca termines de quitártela de tu ser o de tu alma. Lo malo, es que hay veces que ese recuerdo se enquista durante días y añoras el hablar con el amigo, compartir ratos con él, pasar las horas muertas charlando y riendo o llorando, escuchar música..... lo añoras. Simple y llanamente, lo añoras y te gustaría poder decírselo y decirle que no pasa nada, que si algo ocurrió que rompió la amistad o nos distanció, se puede arreglar. Todo tiene arreglo, casi todo lo tiene. Te gustaría poder hablar con él y volver a pasear, a reir, charlar, canturrear, bromear, quedar para tomar unas cervezas en el bar de Moe ;P

Lo peor, es no poder hacerlo y desearlo muchísimo y necesitarlo más aún. Porque todo o casi todo tiene arreglo, pero, ¿cómo se arregla algo que no sabes por qué se rompió? ¿cómo arreglas algo si no sabes cómo? ¿cómo superas las ganas de decirle todo lo que quieres y no puedes o no debes?

Así que cuando te invade esa sensación de vacío, de soledad, de añoranza, lo que te queda es seguir adelante y llenar ese hueco o intentar compensarlo y seguir convenciéndote de que todo va a pasar. Pero, a veces, es taaan difícil. Entonces dejas de escuchar las canciones que te lo recuerdan, o de pasar por donde lo hacíais juntos y mientras más intentas sacarlo de nuevo de la cabeza, más sigue ahí. Más veces escuchas la puta canción, y todo el mundo que te presentan se llama igual y te encuentras a personas por doquier con su mismo acento y vas viendo su número repetido por todos lados y más piensas en él.

Dicen que el tiempo es el que lo va curando todo y puede ser verdad. Espero que sea verdad, porque hoy y desde hace bastantes días, tengo esa sensación e intento paliarla de muchas formas.

Esta ha sido una de ellas.

Aún no lo he conseguido.

Te sigo echando de menos.

4 de febrero de 2010

A VUELTAS CON EL CALENDARIO

Pues eso, a vueltas con el calendario. Ya os comenté la relación amor-odio que me traigo con el almanaque de sobremesa peremne y puñetero (y con más cosas que os iré contando, sí, me peleo con los objetos inanimados y con los otros también).

Bien, hoy tengo uno de esos días en los que no quieres salir de la cama, en los que no quieres ver a nadie, ni oír a nadie, ni saber nada de nada y a la vez quieres todo lo contrario, pero no, pero.... vaya, que hoy mejor no haber salido de la cama y quizás a la que no aguanto es a mí misma y a mi puñetera vida. Vale, creo que hasta aquí todos me comprendeis y el que no..... ¿eres un tonto feliz? ¡suerte la tuya, leches!

Pues como soy una boba, no he tenido que hacer otra cosa, ahora que se terminaba el día y ya no había necesidad, de pasar página del puñetero calendario y leer el mensajito del día:

"Socorre a los necesitados. Quizás algún día te encuentres en su lugar."

¡¡¡¡coñooooo!!!! (lo siento, soy mal hablada)

Hoy he sido una gran necesitada, lo he ido gritando a los cuatro vientos. Durante todo el día he necesitado arrumacos, cariño, cachucheos, besos..... de todo. He de reconocer que lo he obtenido de alguna manera. Han habido algunas personas que han estado ahí, que siempre están ahí y que me han hecho ver que mañana será otro día, que todo pasa y que aunque hoy se me caigan los lagrimones con sólo estar escribiendo esto, mañana, tal y como decía Katy Escarlata O'Hara, mañana será otro día. Siempre me gustó esa frase, siempre me identifiqué con ella, supongo que por eso siempre vuelvo a ver "Lo que el viento se llevó".

Hoy no he parado de pensar en todo lo negativo que rodea mi vida y se lo he puesto muy difícil a las personas que me quieren para animarme, porque símplemente hoy no tenía ganas de hacerlo. Ni siquiera mis dos compañeros de trío dislocado han conseguido sacarme de este estado asqueroso de autocompasión. Y eso es raro, porque ambos me sacan siempre más de una sonrisa y más de una carcajada.

Pero esta tarde, una muy querida y vieja amiga (y no me refiero a la edad), me ha dado esperanzas, me ha hecho ver que todo está en mi cabeza, e incluso me ha animado a escribir un post en "la datcha", aunque no creo que se imaginase que iba a hacer éste. Te quiero mucho, chiquitina, no lo dudes nunca.

Así, que en mi particular guerra contra el almanaque, he hecho trampas. Sí, también sé hacerlas, aunque no suelo recurrir a ellas a no ser que sea completamente indispensable. Le he hecho trampas y he pasado las páginas hasta encontrar un mensajito que me guste y ahora estoy ansiosa porque llegue el día 7 de Febrero, porque ese día leeré lo que he necesitado leer hoy:

"La felicidad es un estado de ánimo."

Os lo puedo asegurar, queridos. Así que guardaros esta frase a fuego en la mente e intentad que ese estado de ánimo no os abandone. Yo intentaré estar así...... mañana.